El almacenamiento de agua segura previene la (re)contaminación durante el almacenamiento domiciliario, protegiendo el agua del contacto con manos, vasos/utensilios, animales, suciedad y patógenos. Es importante en todas las fases de una emergencia.

Un contenedor de almacenamiento seguro tiene una tapa, grifo o abertura estrecha para verter agua, es opaco o como mucho traslúcido y es fácil de limpiar. Los contenedores pueden ser de varios tamaños, desde recipientes, baldes o bidones de 10 l D.1 hasta tanques de almacenamiento de 1.000 l.Poner en práctica el almacenamiento seguro en el hogar garantiza un suministro accesible para satisfacer la demanda doméstica.

Consideraciones de diseño

Para que sean considerados seguros, los contenedores deben estar sellados o cubiertos e idealmente deben tener una abertura estrecha o un grifo para llenarlo y vaciarlo y así evitar que manos o utensilios contaminados entren al agua. Deberían estar hechos con materiales resistentes, livianos y no transparentes para evitar el crecimiento de algas. Los contenedores de almacenamiento adecuados son fáciles de levantar y transportar, son estables gracias a su parte inferior plana y son fáciles de limpiar (p. ej., no tienen espacios pequeños como mangos huecos donde se puede acumular suciedad y algas). Los contenedores pueden guardarse dentro o fuera de la casa (p. ej., bajo tierra, en el techo o en una plataforma o torre especialmente diseñada para ello). Se los puede llenar manualmente o conectar directamente a una red de distribución, sistema de recolección de agua de lluvia u otro tanque de almacenamiento. Si se trata el agua en el hogar, es importante contar con al menos dos contenedores separados, uno para transportar el agua no tratada y el otro para almacenar el agua ya tratada. Los contenedores deberían mantenerse alejados de los animales.

Materiales

Los contenedores de almacenamiento varían ampliamente en diseño y materiales. Los más comunes son de arcilla, calabaza, cobre, acero, aluminio y plástico. Los bidones de polietileno, los bidones plegables y los baldes plásticos con grifos también se distribuyen generalmente en emergencias. Es preferible el material no transparente para evitar el crecimiento de algas.
Los dispositivos de almacenamiento pueden venir equipados con grifos. Los grifos de mala calidad suelen desarrollar fugas relativamente rápido y es posible que deban ser reemplazados con más frecuencia para evitar el desperdicio, y debería tomarse en cuenta la diferencia entre el costo de grifos duraderos importados y grifos locales de menor calidad. Los contenedores de agua potable deberían estar hechos de materiales nuevos aptos para agua potable como polipropileno, polietileno o, si se limpia minuciosamente para prevenir el crecimiento de bacterias, contenedores previamente usados para guardar comida (p. ej., aceites comestibles). Por el contrario, no deberían usarse bombonas de gas, latas de pintura u otros recipientes que hayan contenido productos químicos o sustancias peligrosas para los seres humanos.

Aplicabilidad

El almacenamiento seguro de agua potable es fundamental en emergencias donde la calidad y el suministro de agua se ven afectados. El Manual Esfera sugiere garantizar al menos 7,5–15 l por persona por día para consumo, cocina e higiene personal en situaciones de emergencia, dependiendo de las costumbres, fisiología y clima locales. El Manual Esfera también recomienda que cada hogar tenga al menos dos contenedores limpios de 10–20 l para recolectar agua. También debería haber disponibles contenedores limpios adicionales para asegurarse de que siempre haya agua en el hogar. Los requisitos de almacenamiento seguro adecuado pueden variar en función de la confiabilidad del suministro de agua y el número de personas por hogar. Los distintos grupos de usuarios (como niños, discapacitados o adultos mayores) podrían encontrar más útiles contenedores más pequeños o diseñados específicamente (véase X.15). Los contenedores de almacenamiento seguro a menudo se fabrican localmente, lo que los vuelve accesibles para muchas comunidades. En la fase de respuesta inmediata, los contenedores deberían estar disponibles y distribuirse rápidamente. En las fases de estabilización y recuperación, pueden ser reemplazados por opciones más duraderas con grifo y plataforma.

Operación y mantenimiento

Si la fuente de agua contiene cloro residual y los contenedores se mantienen cerrados, el riesgo de recontaminación es bajo y solo se necesitará limpieza ocasional. Si no hay cloro residual en la fuente, las condiciones de higiene son deficientes o se acumula limo en el contenedor debido a la mala calidad del agua, los contenedores se deberán limpiar regularmente. La limpieza debería hacerse semanalmente o cuando los contenedores parezcan sucios. Según el tipo de contenedor, pueden limpiarse con jabón y cloro, restregando con un cepillo o paño suaves para evitar rayar las superficies. Las prácticas de manejo de agua segura para contenedores de almacenamiento incluyen almacenar agua tratada alejada del suelo bajo sombra en el hogar y lejos de niños pequeños, animales e insectos. Se deben limpiar los embudos usados para llenar los contenedores con aberturas estrechas para prevenir la contaminación. Se les debe enseñar a los usuarios los riesgos de la contaminación postratamiento o posentrega mediante el contacto con manos, insectos, animales, suciedad y vasos o utensilios sucios (ver X.16).

Salud y seguridad

Se ha observado contaminación postratamiento en agua almacenada inadecuadamente en hogares. Independientemente de la calidad microbiológica del agua al momento de la recolección, a menudo se vuelve a contaminar durante la extracción, el transporte y el almacenamiento. Algunos estudios han demostrado que el tratamiento de agua a nivel domiciliario reduce la diarrea más efectivamente cuando se combina con prácticas de almacenamiento seguro y dispositivos relacionados. Cuando el agua no se pueda tratar en la fuente, es esencial designar bidones distintos para el transporte y el almacenamiento para evitar la recontaminación después del tratamiento. Estas recomendaciones deberían ser reforzadas con mensajes educativos de higiene (véase X.16).

Costos

Los costos de los contenedores de almacenamiento seguro varían según los materiales, el diseño y la ubicación. Los contenedores fabricados localmente suelen ser asequibles para los hogares, aunque en lugares donde no hay productos locales disponibles, los costos de transporte pueden ser altos. Otros costos incluyen los productos de desinfección y limpieza, que a menudo ya se encuentran en los hogares. Los contenedores duraderos y de buena calidad pueden usarse por años antes de que deban reemplazarse.

Consideraciones medioambientales y sociales

Los tipos de contenedores de almacenamiento varían entre comunidades y culturas, por lo que deberían elegirse con base en las preferencias y habilidades físicas de los usuarios, su asequibilidad, solidez y facilidad de transporte, uso y mantenimiento. En situaciones de emergencia, las evaluaciones y consultas rápidas en los hogares puede orientar la elección de los contenedores adecuados. La distribución de dispositivos de almacenamiento seguro debería estar combinada con actividades (recurrentes) de promoción de la higiene (véase X.16) para generar y mantener prácticas ideales de transporte y almacenamiento. También se recomienda monitorear regularmente las prácticas domiciliarias correspondientes y la calidad del agua en el punto de uso.