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Preguntas frecuentes

  • El compendio tiene tres secciones principales:

    Tecnologías de suministro de agua

    Esta sección es una recopilación integral de tecnologías de suministro de agua relevantes que pueden implementarse en una gran variedad de contextos, desde situaciones de extrema emergencia hasta etapas de estabilización y recuperación a largo plazo. Estas tecnologías se categorizan y ordenan de acuerdo con su grupo funcional: Fuente, captación, extracción, tratamiento, distribución/transporte y Tratamiento de agua a nivel domiciliario y almacenamiento seguro (TANDAS).

    Los usuarios pueden elegir entre tres opciones distintas de descripciones generales de las tecnologías:

    Vista compacta (configuración predeterminada): tabla matriz simple de todas las tecnologías de emergencia, en la que solo se muestra el nombre de las tecnologías y se ordenan según los grupos funcionales a los que pertenecen.
    Vista en cuadrícula: forma más visual de presentar todas las tecnologías, en la que se muestran dibujos técnicos de todas ellas en una cuadrícula general.
    Vista de lista: lista más detallada de todas las tecnologías que ya muestra algunos detalles de ciertos parámetros tecnológicos.

    Al hacer clic en una tecnología en específico, el usuario puede acceder a información más detallada de la tecnología y a una descripción de los principios operativos básicos y consideraciones de diseño, así como información importante acerca de su idoneidad, costos implicados, espacio y materiales necesarios, requisitos de operación y mantenimiento (O&M), aspectos sociales y ambientales y enlaces a más bibliografía y recursos.

    Cuestiones transversales

    En esta sección, se presentan las cuestiones transversales y la información general que deben tenerse en cuenta para tomar decisiones acerca de la tecnología y el diseño. Incluye requerimientos para (1) una evaluación de la situación inicial incluido el entorno institucional y normativo existente y tanto la rehabilitación como la mejora de la infraestructura existente; (2) la supervisión y el control de calidad, desde flujos de datos y tecnologías de la información y la comunicación, hasta el trabajo con subcontratistas, la supervisión de la calidad del agua, y la gestión de riesgos y seguridad del agua; (3) aspectos conceptuales como la resiliencia y la preparación, la estrategia de salida y traspaso de infraestructura y características específicas de entornos urbanos; y (4) el diseño y las consideraciones sociales como el diseño inclusivo y equitativo, la promoción de la higiene y la programación basada en el mercado.

    Glosario

    Esta sección contiene definiciones concisas de todos los términos técnicos relevantes utilizados en la plataforma.

     

  • El compendio digital se puede usar de formas muy distintas en función de quién lo utilice y con qué fin.

    Herramienta de referencia: En esencia, el eCompendium es una herramienta fácil de utilizar que consta de información actualizada de todas las tecnologías de suministro de agua de emergencia probadas y examinadas. Por lo tanto, puede utilizarse como una referencia estructurada para que los profesionales de WASH y las instituciones de desarrollo de capacidades encuentren fácilmente información sobre tecnologías específicas, cuestiones transversales o términos clave utilizados. En resumen, es una versión más interactiva que la publicación en papel.

    Filtrado de tecnologías y toma rápida de decisiones: Utilizar la barra de filtrado ubicada en la parte superior de la sección “Tecnología de suministro de agua” (Water supply technology) puede ser otro punto de entrada para reducir la complejidad y preseleccionar solo las tecnologías adecuadas para un escenario o contexto específico. Basarse en la situación específica del lugar (por ejemplo, la fase de emergencia para la que se necesita la solución, el nivel de aplicación o la disponibilidad local de materiales) permite reducir la cantidad de tecnologías posibles a un volumen más fácil de manejar y seleccionar la tecnología adecuada más fácilmente. La categorización de tecnologías utilizadas para cada uno de los filtros no debe contemplarse como fija e incuestionable, ya que puede variar en función de ciertas condiciones locales. Lo que busca la categorización es ayudar a la toma rápida de decisiones informadas y a complementar, en lugar de sustituir, el criterio objetivo de los profesionales.

    Lista de seguimiento: Las tecnologías de interés específicas pueden incluirse en una lista de seguimiento separada (haciendo clic en el asterisco que aparece junto a cada tecnología), ya sea para guardarlas para más adelante, imprimirlas o compartirlas y debatir sobre ellas más en profundidad con otros colegas. Se puede acceder a esta lista haciendo clic en la pestaña “Lista de seguimiento” (Watchlist) ubicada en la parte superior izquierda. Cada tecnología cuenta con un documento PDF de dos páginas que puede descargarse o imprimirse.

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    El eCompendium de tecnologías de suministro de agua en emergencias es el resultado de la colaboración de los socios de Global WASH Cluster (GWC) y la contribución y las aportaciones temáticas de innumerables expertos y organizaciones internacionales del sector, tanto del ámbito humanitario como del de desarrollo. Fue elaborado y coordinado bajo el liderazgo de la German WASH Network y la Universidad de Artes y Ciencias Aplicadas del Noroeste de Suiza (FHNW) y financiado por el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (SDC). Nos gustaría reconocer y agradecer a todas las personas y sus respectivas organizaciones e instituciones por su invaluable contribución en este compendio digital. También queremos expresarle nuestra gratitud a GWC y la Sustainable Sanitation Alliance (SuSanA) y su secretaría, gestionada por la GIZ, por su apoyo constante durante todo el proceso, así como por llevar adelante la plataforma de eCompendium.

     

    Autores principales

    Arno Coerver (Malteser International), Lorenz Ewers (arche noVa), Eric Fewster (BushProof), Declan Galbraith (arche noVa), Robert Gensch (GTO), Jay Matta (UNHCR/SHA), Maryna Peter (Universidad de Artes y Ciencias Aplicadas del Noroeste de Suiza)

     

    Contribuyentes

    Chibby Alloway, Matt Anderson, Carola Bänziger, Jean Christophe Barbiche, Andy Bastable, Richard Bauer, Michael Berg, Benjamin Bernandino, Andrea Bindel, Marcio Botto, Catherine Bourgault, Franck Bouvet, Patrick Bracken, Lena Breitenmoser, Anja Bretzler, Frank Broadhurst, Brenda Brouwer, Siegfried Brümmer, Marc-Andre Bünzli, Murray Burt, Kaycie Butler, Guillaume Clair-Caliot, Dana Truhlarova Cristescu, André Eisser, Giuliana Ferrero, Suzanne Ferron, Nadja Fischbacher, Robert Fraser, Scott Freeman, Gabriela Friedl, Toby Gould, Sven Guericke, Sandra Gujer, Ben Harvey, Alexandra Höhne, Oliver Hoffmann, Steve Hubbs, Stephan Hug, Rick Johnston, Raghu Kadava, Carina Kertscher, Ranjv Khush, Ralf Knoche, Martje Knödler, Saskia Kreiblich, Emily Kumpel, Arthur Letim, Alberto Ibanez Llario, Anne Lloyd, Richard Luff, Gérard Luyet, Sara Marks, Rory McKeown, Konrad Menzel, Ellen Millens, Victor Misev, Jessica Mötter, Alois Müller, Kim Müller, Parvin Ngala, Emmanuel Oertlé, Zoe Pacciani, Jonathan Pease, Rachel Peletz, Dominique Porteaud, Mac Prather, Taya Raine, Monica, Ramos, Clara Rattmann, Bob Reed, McKenna Roberts, Johannes Rück, Jana Rupprecht, Rebecca Rydberg, Christine Sämann, Jan-Hendrik Schmidt, Stephanie Schramm, Damian Seal, Jason Searle, Nikki Shaw, Stephan Simon, Patrick Smeets, Benjamin Smith, Haakon Spriewald, Henri Stalder, Kristine Straub, Timo Sussmann, Maurice Tobon, Ross Tomlinson, Erika Trabucco, Claudio Valsangiacomo, Joel Atum Velimsky, Michael Vock, Thomas Wiedemann, Robin Wünsch, Kevin Yue, Anne Zimmermann, Bernhard Zimmermann, Jorge Durand Zurdo

     

    Procedentes de las siguientes organizaciones e instituciones

    Aquaya, Arche noVa, BushProof, Centre for Affordable Water and Sanitation Technology (CAWST), Christian Blind Mission (CBM), Eawag, Engineers without Borders Germany, Engineers without Borders USA, Ennos, German Federal Agency for Technical Relief (THW), German Leprosy and Tuberculosis Relief Association (DAHW), German Red Cross (DRK), German Toilet Organization (GTO), Handicap International (HI), IHE Delft, Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), IOM Global Solar and Water Initiative, Johanniter International Assistance, Life Haven Center for Independent Living, KWR Water Research Institute, Malteser International, La Oficina de los Estados Unidos de Asistencia para Desastres en el Extranjero (OFDA), OXFAM, Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (SDC), Swiss Humanitarian Aid Unit (SHA), Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), UNICEF, Universidad de Ciencias y Artes Aplicadas Artes del Noroeste de Suiza (FHNW), Universidad de Massachusetts Amherst, Universidad de Neuchâtel, Welthungerhilfe, Organización Mundial de la Salud (OMS)

     

    Las fichas informativas seleccionadas han sido adaptadas del “Compendio de sistemas y tecnologías de agua potable desde la fuente hasta el consumidor” desarrollado por la Universidad de Ciencias y Artes Aplicadas del Noroeste de Suiza FHNW en colaboración con el Instituto Federal Suizo de Ciencias y Tecnologías Acuáticas Eawag y la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como del informe original del proyecto Water4India desarrollado por FHNW y socios, con autorización de los autores e indicaciones correspondientes en la sección de referencias de las fichas.

     

  • La barra de filtrado ubicada en la parte superior de la sección “Tecnologías de suministro de agua” (Water supply technology) permite reducir la complejidad y preseleccionar solo las tecnologías adecuadas para un escenario o contexto específico. Basarse en el escenario específico del lugar permite reducir la cantidad de tecnologías posibles a un volumen más fácil de manejar y seleccionar la tecnología adecuada más fácilmente. Al hacer clic en las casillas que se encuentran debajo de cada uno de los filtros, solo se mostrarán las tecnologías que correspondan a dicha casilla. Los filtros que se encuentran activos siempre se muestran inmediatamente después de la barra de filtrado. Los filtros activos pueden borrarse o desactivarse al hacer clic en el botón “Restablecer filtro” (Reset filter) o deseleccionando las casillas individuales de los filtros activos. La categorización de tecnologías utilizada en cada uno de los filtros no debe contemplarse como fija e incuestionable, ya que puede variar en función de ciertas condiciones locales del lugar. Lo que busca la categorización es ayudar a la toma rápida de decisiones informadas y a complementar, en lugar de sustituir, el criterio objetivo de los profesionales. Las opciones de filtro disponibles son las siguientes:
     
    Fase de la emergencia

    Indica la idoneidad de las tecnologías de suministro de agua en función de las tres fases de la emergencia:

    • Respuesta inmediata: respuesta inmediatamente posterior a la emergencia.
    • Estabilización: fase de transición que comienza después de las primeras semanas de una emergencia y dura varios meses o más.
    • Recuperación: enfoque a más largo plazo que suele comenzar tras las intervenciones de ayuda inmediatas y cuyo objetivo es recrear o mejorar la situación anterior a la emergencia.

    La asignación de tecnologías a las diferentes fases de la emergencia se basa principalmente en la aplicabilidad, velocidad de implementación y requerimientos de materiales. Ofrece una primera orientación general, pero en una situación local específica puede variar.

     

    Nivel de aplicación
    Indica los diferentes niveles espaciales y escala para los que la tecnología es más adecuada. Se subdivide en los siguientes niveles:

    • Hogar: una unidad que presta servicio a uno o varios hogares individuales.
    • Vecindario: una unidad que presta servicio a varios o cientos de hogares.
    • Ciudad: una unidad que presta servicio a un asentamiento, campamento o distrito completo.

    Ofrece una primera orientación general, pero en una situación local específica puede variar.

     

    Nivel de gestión
    Indica dónde recae la responsabilidad principal de las tareas de operación y mantenimiento (O&M, por sus siglas en inglés) de una tecnología específica:

    • Hogar: todas las tareas de O&M las puede gestionar un hogar individual.
    • Compartida: un grupo de usuarios se responsabiliza de las tareas de O&M y se asegura de que una persona o un comité se encargue de ello en nombre de todos los usuarios.
    • Público: instalaciones gubernamentales, institucionales o privadas donde la entidad que opera las instalaciones asume la responsabilidad total de O&M.

    Ofrece una primera orientación general, pero en una situación local específica puede variar.

     

    Disponibilidad local de la tecnología y sus componentes

    Esta sección indica en qué medida es probable que la tecnología y sus componentes o materiales sean accesibles a nivel local y si deben importarse.

    • La disponibilidad local alta significa que la tecnología o sus componentes se pueden obtener fácilmente en el país.
    • La disponibilidad local media significa que algunos materiales o componentes se pueden obtener fácilmente, aunque algunos componentes pueden representar un desafío mayor.
    • La disponibilidad local baja significa que la mayoría o la totalidad de los componentes de la tecnología deben importarse y no es probable que estén disponibles en el país.

     

    Complejidad técnica
    Indica la complejidad técnica de cada tecnología, lo que significa el nivel de experiencia técnica necesaria para implementar, operar y mantener una tecnología determinada. Esto puede ayudar a la tarea de planificación en casos en los que las habilidades y capacidades son limitadas o no están disponibles temporalmente.

    • Complejidad técnica baja significa que solo se requieren habilidades técnicas mínimas y herramientas simples para implementar, operar y mantener o reparar una tecnología, lo cual pueden hacer personas no profesionales y operarios.
    • La complejidad técnica media significa que se requieren algunas habilidades y herramientas para la implementación, O&M o la reparación. En estos casos, se requieren operarios calificados o ingenieros para el diseño y O&M.
    • La complejidad técnica alta significa que se necesita un experto, como un ingeniero capacitado, para la implementación, el funcionamiento y el mantenimiento de una tecnología de una manera sostenible.

    La categorización se basa en un enfoque comparativo entre las distintas tecnologías y no se debe considerar en términos absolutos.
     


    Nivel de desarrollo
    Indicador del nivel de madurez de cada tecnología donde se indica si se ha probado y comprobado en distintas fases de respuesta y si se ha implementado por un tiempo suficiente para contar con la experiencia necesaria en la configuración, el uso y la operación y el mantenimiento.

    • Nivel de maduración alto
    • Nivel de maduración medio
    • Nivel de maduración bajo
  • Seleccionar las tecnologías de suministro de agua más adecuadas para un contexto específico es una tarea compleja que requiere de habilidades técnicas y analíticas. La selección se debe basar en una evaluación que incluye un amplio rango de datos reunidos a partir de inspecciones de campo (véase [X.1]–[X.2]-[X.3]-[X.4]). Los criterios clave para la toma de decisiones buscan brindarle al usuario del compendio una orientación general en el proceso de selección de tecnología y en el diseño general de un sistema de suministro de agua. La misma serie de criterios para la toma de decisiones aparecen en cada ficha informativa tecnológica.
     
    1.  Fase de respuesta
    Indica la fase de respuesta para la que cada tecnología es adecuada (con la condición de que hayan sido recientemente desarrolladas). Su idoneidad se caracteriza por las tres fases de respuesta: respuesta inmediata, estabilización y recuperación. Se utilizan asteriscos para indicar si una tecnología es apta para una fase de respuesta específica (dos asteriscos: apta; un asterisco: menos apta; sin asteriscos: no apta). El nivel de adecuación se decide a partir de una base comparativa entre las distintas tecnologías, basada principalmente en la aplicabilidad, velocidad de implementación y requerimientos de materiales. Depende del usuario del compendio decidir cuál es la fase de respuesta para su situación específica.
     
    2.  Nivel de aplicación
    El nivel de aplicación describe los diferentes niveles espaciales y la escala para los que la tecnología es más adecuada. Se subdivide en los siguientes niveles:
    Hogar (una unidad que presta servicio a uno o varios hogares individuales).
    Vecindario (una unidad que presta servicio a varios o cientos de hogares).
    Ciudad (una unidad que presta servicio a un asentamiento, campamento o distrito completo) Se utilizan asteriscos para indicar si una tecnología es apta a un nivel espacial específico (dos asteriscos: apta; un asterisco: menos apta; sin asteriscos: no apta). Depende del usuario del compendio decidir cuál es el nivel adecuado para su situación específica.
     
    3.   Nivel de gestión
    El nivel de gestión describe dónde yace la principal responsabilidad de O&M de una tecnología específica:
    Hogar: todas las tareas de operación y mantenimiento las puede gestionar un hogar individual
    Compartido: el grupo de usuarios designa a una persona o comité a cargo de O&M en representación de todos los usuarios.
    Público: instalaciones gubernamentales, institucionales o privadas donde la entidad que opera las instalaciones asume la responsabilidad total de O&M.
    Se utilizan asteriscos para indicar la idoneidad de cada nivel de gestión (dos asteriscos: bien gestionado a ese nivel; un asterisco: menos adecuado; sin asteriscos: inadecuado).
     
    4.  Objetivos / Características principales
    Esta sección da una indicación concisa de las principales características y funciones de las tecnologías específicas. También proporciona una orientación general para la evaluación inmediata y la clasificación de las tecnologías, así como de su idoneidad para una aplicación o un contexto previstos.
     
    5.  Disponibilidad local de la tecnología y sus componentes
    Esta sección indica en qué medida es probable que la tecnología y sus componentes o materiales sean accesibles a nivel local y si deben importarse. Se usan asteriscos para indicar la disponibilidad local para una tecnología específica (tres asteriscos: disponibilidad alta; dos asteriscos: disponibilidad media; un asterisco: disponibilidad baja o nula). Disponibilidad local alta significa que la tecnología o sus componentes se pueden obtener fácilmente en el país. Disponibilidad local media significa que algunos materiales o componentes se pueden obtener fácilmente, aunque algunos componentes pueden representar un desafío mayor. Disponibilidad local baja significa que la mayoría o la totalidad de los componentes de la tecnología deben importarse y no es probable que estén disponibles en el país.
     
    6.  Complejidad técnica
    Esta sección proporciona una descripción general de la complejidad técnica de cada tecnología, lo que significa el nivel de experiencia técnica necesaria para implementar, operar y mantener una tecnología determinada. Esto puede ayudar a la tarea de planificación en casos en los que las habilidades y capacidades son limitadas o no están disponibles temporalmente. Se usan asteriscos para indicar la complejidad técnica para una tecnología específica (tres asteriscos: complejidad alta; dos asteriscos: complejidad media; un asterisco: complejidad baja). Complejidad técnica baja significa que solo se requieren habilidades técnicas mínimas y herramientas simples para implementar, operar y mantener o reparar una tecnología, lo cual pueden hacer personas no profesionales y operarios. Complejidad técnica media significa que se requieren algunas habilidades y herramientas para la implementación, O&M o la reparación. En estos casos, se requieren operarios calificados o ingenieros para el diseño y O&M. Complejidad técnica alta significa que se requiere de un experto experimentado, como un ingeniero capacitado, para implementar, operar y mantener la tecnología de manera sostenible. La categorización se basa en un enfoque comparativo entre las distintas tecnologías y no se debe considerar en términos absolutos.
     
    7.  Nivel de desarrollo
    Esta sección ofrece una descripción general del nivel de desarrollo de cada tecnología donde se indica si se ha probado y examinado en distintas fases de respuesta y si se ha implementado por un tiempo suficiente para contar con la experiencia necesaria en la configuración, el uso y la operación y mantenimiento. Se usan asteriscos para indicar el nivel de madurez para una tecnología específica (tres asteriscos: madurez alta; dos asteriscos: madurez media; un asterisco: madurez baja).
     
    8.  Consideraciones de diseño
    En esta sección se describen consideraciones de diseño clave y generales, incluidos los requerimientos generales de tamaño y espacio. Esta sección no describe los parámetros de diseño detallados para la construcción completa de una tecnología; sin embargo, sí da una idea de las características que se deben tener en cuenta, así como las principales dificultades posibles a las que hay que estar atento durante el diseño de la tecnología. Esta sección del compendio ayuda a los usuarios a comprender el diseño técnico y la complejidad de una tecnología determinada.
     
    9.  Materiales
    En esta sección, se enumeran los diferentes materiales y equipos que se necesitan para la construcción, la operación y el mantenimiento de una tecnología determinada. Indica si es probable que los materiales estén disponibles o se puedan producir localmente (por ejemplo, madera y ladrillos) o si habrá que importarlos o requerirán una fabricación especial, lo que retrasará considerablemente su implementación durante una emergencia. En la sección de materiales, también se indica si una tecnología puede prefabricarse como una unidad con el fin de acelerar la implementación.
     
    10.  Aplicabilidad
    En la sección sobre la aplicabilidad, se describen los contextos para los que una tecnología es más adecuada. Esta sección indica la aplicabilidad de una tecnología en función del tipo de entorno y distingue entre asentamientos rurales o urbanos y de corta o larga duración. Describe las fases de respuesta en las que puede implementarse una tecnología, así como el potencial de replicabilidad, escalabilidad y velocidad de implementación. Aquí se enumeran otras consideraciones físicas de aplicabilidad, incluidas las condiciones requeridas del suelo, la disponibilidad de agua necesaria y las consideraciones relativas a las capas freáticas (incluidos los tipos y propiedades de los acuíferos). Esta sección también proporciona información sobre la solidez (capacidad para resistir futuras catástrofes) de la tecnología y su susceptibilidad al cambio climático, así como el potencial de rehabilitación o ampliación de las instalaciones ya existentes.
     
    11.  Operación y mantenimiento (O&M)
    Cada tecnología requiere O&M, más aún si se usa por un tiempo prolongado. Por lo tanto, se deben considerar las implicaciones de la O&M de cada tecnología durante la planificación inicial, especialmente dado que muchas tecnologías fallan debido a la falta de O&M adecuado. En esta sección se enumeran las principales tareas de operación que se deben tener en cuenta, así como el mantenimiento requerido para garantizar la operación a largo plazo. En esta sección se establecen diferencias entre las distintas habilidades de operación y mantenimiento y da una indicación de la frecuencia de las tareas de O&M y el tiempo necesarios para operar y mantener una tecnología. Se incluye una lista de posibles obstáculos y usos indebidos para tener en cuenta.
     
    12.  Salud y seguridad
    La mayoría de las tecnologías de suministro de agua tienen implicaciones para la salud y la seguridad. Las implicaciones o los riesgos para la salud descritos en esta sección se deben tomar en cuenta durante la planificación para reducir los riesgos a la salud en la comunidad local y entre el personal. Esta sección también describe los procedimientos generales de gestión de riesgos, los cuales podrían excluir el uso potencial de una tecnología si no se puede garantizar la seguridad. Cuando corresponde, se menciona el equipo de protección personal necesario para garantizar la seguridad de las personas. En esta sección también se da información sobre el potencial de una tecnología para reducir la carga de patógenos en el agua (valores de reducción logarítmica).
     
    13.  Costos
    Cada tecnología tiene costos asociados a la construcción, O&M y la gestión, incluidas las implicaciones de los costos resultantes para otras tecnologías a lo largo de la cadena de suministro de agua. Dado que los costos dependen del espacio geográfico y no se pueden describir en números absolutos, en esta sección se presentan los principales elementos de los costos asociados con la tecnología, así como un rango de precios, en los casos aplicables, lo cual permite realizar una estimación inicial. Aunque al inicio de una emergencia el dinero a menudo está disponible para los gastos de capital (CAPEX, por sus siglas en inglés), generalmente dicha disponibilidad disminuye de manera drástica con el paso del tiempo. Por lo tanto, las opciones tecnológicas deben tener en cuenta cómo lograr los gastos operativos (OPEX, por sus siglas en inglés) más bajos posibles para soluciones a largo plazo (>6 meses) o establecer servicios que continúen después de la fase de respuesta inmediata, como por ejemplo, mediante la introducción de medidas de recuperación de costos o el fortalecimiento de la capacidad de gestión local.
     
    14.  Consideraciones medioambientales y sociales
    Las consideraciones sociales son importantes a la hora de decidir tecnologías de suministro de agua específicas, especialmente a nivel del usuario. Existen posibles tabúes culturales, preferencias y hábitos del usuario, y capacidades locales, cuya modificación puede resultar difícil, imposible o inadecuada. Una tecnología de suministro de agua (así como el agua que suministra) tiene que ser aceptada o aceptable para los usuarios, así como para el personal que la opera y le da mantenimiento. Las consideraciones medioambientales incluyen el impacto de la elección tecnológica propuesta en el entorno local, la huella de carbono más amplia y su potencial para aumentar o mitigar el impacto del cambio climático.
     
    15.  Fortalezas y debilidades
    En esta sección, se resumen de manera concisa las principales fortalezas y debilidades, lo que respalda al proceso de toma de decisiones. Las debilidades de una tecnología podrían indicar que existe un criterio de exclusión que la hace inadecuada para un contexto específico. Tanto las fortalezas como las debilidades pueden informar eficazmente las decisiones de los usuarios y de todos los implicados en la planificación e implementación del sistema de suministro de agua.
     
    16.  Referencias y lecturas adicionales
    Esta sección dirige a los usuarios a las publicaciones pertinentes y a material de lectura adicional relacionado con una tecnología específica e incluye un breve descripción de cada una de las enumeradas en la publicación. Los usuarios pueden utilizar la lista de publicaciones para obtener información adicional importante (p. ej., pautas de diseño, artículos de investigación, casos prácticos) sobre tecnologías específicas.

  • Los sistemas de suministro de agua potable pueden presentarse gráficamente como una secuencia de grupos funcionales que pueden conectarse entre sí en diversas combinaciones. Todos los componentes del sistema, desde la fuente hasta el consumo, forman parte de esta secuencia y se tienen en cuenta y se muestran. Los grupos funcionales reúnen las tecnologías que tienen funciones similares. El eCompendium propone seis grupos funcionales diferentes de los cuales se pueden elegir tecnologías para crear un sistema o servicio de suministro de agua (algunas de las cuales ya pueden estar implementadas en un contexto determinado y posiblemente necesiten rehabilitación). Cada grupo funcional tiene asignado un color distinto; las tecnologías de un determinado grupo funcional comparten el mismo código de color para que sean fácilmente identificables. Además, a cada tecnología de un grupo funcional se le asigna un código de referencia con una sola letra y número.
     
    Fuente (S): refiere a la fuente original de agua cruda y considera si proporciona suficiente agua, así como también las fuentes de energía necesarias para su extracción, tratamiento y transporte. Usualmente se explotan las fuentes de agua subterránea o superficial, aunque en zonas donde llueve bastante, el agua de lluvia también puede ser una fuente de agua complementaria adecuada. La cantidad, la calidad y la ubicación de la fuente determina el tratamiento del agua y el diseño del sistema de suministro de agua subsiguientes. Hay una gran variedad de fuentes de energía disponibles, desde la gravedad (si la fuente está en una superficie elevada) y recursos humanos (para la extracción de volúmenes relativamente pequeños de agua) hasta fuentes de energía tradicionales (como la electricidad o el diésel) o renovables (como la eólica y la solar).
     
    Captación (I): hace referencia al sistema que recolecta el agua de la fuente. Puede haber uno o más sistemas de captación disponibles para cada fuente de agua. Algunos sistemas de captación pueden actuar como un embalse para almacenar agua o proporcionar cierto nivel de tratamiento. Estos sistemas se pueden clasificar en función de la fuente de agua: agua de lluvia, agua superficial o agua subterránea. La elección de los sistemas de captación depende de varios factores, como el volumen de agua necesario para la población objetivo, la disponibilidad de superficies adecuadas, las características de la masa de agua, el caudal y sus características, las condiciones hidrogeológicas, la accesibilidad y disponibilidad del agua y el riesgo de contaminación. Los sistemas de captación correctamente diseñados deben proporcionar un acceso cómodo y eficaz a las fuentes de agua, así como protegerlas de la contaminación y evitar daños a los ecosistemas.
     
    Extracción (A): hace referencia a las diversas formas de extraer/sustraer agua a través de una bomba. Las bombas pueden dividirse en tres grandes categorías, en función de cómo se desplace el agua a través de ellas: (1) bombas de impulsión, (2) bombas de desplazamiento positivo o (3) bombas de velocidad. En el mercado existe una gran variedad de tipos de bombas, cada una de ellas con ventajas operativas específicas. La elección de la tecnología de captación de agua más adecuada depende de una serie de factores, como la fuente de agua, la estructura de captación, la fuente de energía disponible, la elevación, la capacidad necesaria, los requisitos de O&M, la disponibilidad local de componentes y servicios, las consideraciones socioculturales y medioambientales, y la existencia de otras infraestructuras.
     
    Tratamiento (T): hace referencia a las tecnologías para el tratamiento del agua, las cuales suelen ser apropiadas para un grupo más amplio de usuarios, como comunidades, aplicaciones semicentralizadas en vecindarios y aplicaciones más centralizadas en zonas urbanas. Las tecnologías de tratamiento de agua pueden dividirse en tres grupos: (1) de pretratamiento con el objetivo principal de reducir la turbiedad del agua cruda, (2) centrada principalmente en los contaminantes microbianos, y (3) centrada en los contaminantes químicos de diversos orígenes, incluida la alta salinidad. Algunas tecnologías pueden funcionar como tratamiento de un solo paso, mientras que otras pueden necesitar aplicarse como parte de un sistema de tratamiento en varias etapas.
     
    Distribución/transporte (D): hace referencia a las tecnologías para suministrar agua desde la fuente, la estación de bombeo o la planta de tratamiento de agua hasta el usuario. Se trata de sistemas de distribución comunales de diversa complejidad, escala y tipos de conexiones o de soluciones adoptadas de forma privada. La distribución/transporte también incluye tecnologías de almacenamiento de agua que pueden desempeñar un papel importante dentro del sistema de distribución, así como en la captación (I) y durante el tratamiento (T).
     
    Tratamiento de agua a nivel domiciliario y almacenamiento seguro (H): hace referencia a las tecnologías de tratamiento doméstico del agua y almacenamiento seguro utilizadas como alternativas de tratamiento del agua de una sola etapa cuando no se dispone de tratamiento centralizado o a escala comunitaria, o cuando la calidad del agua producida no cumple los estándares aplicables. En caso de que se produzca contaminación durante el transporte entre el punto de extracción/recolección y el punto de uso, el tratamiento doméstico del agua es una opción viable para remediar esto e incluye el almacenamiento seguro del agua dentro del hogar.

  • Los sistemas de suministro de agua potable pueden presentarse gráficamente como una secuencia de grupos funcionales que pueden conectarse entre sí en diversas combinaciones. Todos los componentes del sistema, desde la fuente hasta el consumo, forman parte de esta secuencia y se tienen en cuenta y se muestran. Los seis grupos funcionales están representados por columnas de colores: Fuente, Captación, Extracción, Tratamiento, Distribución/transporte y Tratamiento de agua a nivel domiciliario y almacenamiento seguro.

    Antes de empezar la extracción, hay que identificar la fuente de agua. En la etapa más crítica de una emergencia, es posible que la fuente de agua elegida no sea la ideal (por ejemplo, en cuanto a la calidad del agua), pero igualmente se elige debido a otras ventajas (como la proximidad o la accesibilidad). Una vez que se estabilice la situación de emergencia, se dispondrá de más tiempo para desarrollar fuentes alternativas sostenibles (por ejemplo, una fuente de agua subterránea, [S.5] que requiera menos tratamiento continuo, o un manantial [S.6] capaz de fluir por gravedad en lugar de bombeo).

    El punto de captación elegido depende, por ejemplo, del tiempo que se disponga para construirlo y, por lo tanto, en la fase de respuesta inmediata, la elección del punto de captación suele limitarse a aquellos que puedan construirse rápidamente, como la captación en un río o lago [I.3], o donde puedan utilizarse pozos profundos [I.7] o pozos de sondeo [I.8] ya existentes. Una vez más, a medida que transcurra la emergencia, la disponibilidad de tiempo adicional puede permitir la construcción de otros puntos de captación más adecuados para la situación en curso.

    El agua deberá extraerse de la captación mediante una fuente de energía. Durante la fase más crítica de una respuesta, esto suele consistir en algún tipo de bomba (véase [A.1]-[A.9]) que funciona con electricidad [S.11] o diésel [S.12], aunque con el tiempo pueden sustituirse por alternativas más sostenibles, como la gravedad [S.7] o la energía solar [S.10].

    Tras la extracción, el agua suele necesitar tratamiento antes de su distribución. El grado y la complejidad del tratamiento requerido dependen en gran medida de la calidad del agua y de los estándares e indicadores que deban alcanzarse, aunque esto también depende de la etapa de la respuesta de emergencia. Por ejemplo, en la fase de emergencia, la prioridad es siempre reducir inmediatamente la contaminación microbiológica, ya que es lo que produce un mayor impacto sanitario a corto plazo. Con el paso del tiempo, se pueden agregar otros métodos de tratamiento para abordar otras fuentes de contaminación con repercusiones sanitarias a largo plazo (p. ej., el fluoruro). En la respuesta inmediata, las plantas de tratamiento de agua prefabricadas y modulares son muy útiles, ya que están diseñadas para tratar aguas superficiales turbias o contaminadas a gran escala. También se suelen utilizar métodos de tratamiento como la sedimentación (asistida) con o sin filtración ([T.4], [T.5]) que son eficaces para la reducción de cantidades significativas de sustancias químicas que pueden tener efectos a largo plazo sobre la salud. Más adelante, se podrán diseñar opciones de tratamiento más sostenibles que requieran más tiempo para su instalación. Por ejemplo, los filtros lentos de arena [T.9] reducen drásticamente la necesidad de utilizar productos químicos en el tratamiento del agua, lo que reduce los costos operativos.

    Posteriormente, el agua tratada tendrá que transportarse desde la fuente hasta donde se encuentran los usuarios (por ejemplo, mediante camiones o tuberías para transportar el agua a los tanques de almacenamiento) y desde los tanques de almacenamiento hasta los usuarios (por ejemplo, mediante tuberías y bidones). En la respuesta inmediata, es habitual confiar más en soluciones a corto plazo, como el transporte de agua en camiones cisterna [D.3], o transportar agua a tanques de vejiga flexible [D.5], que a su vez están conectados a los soportes de grifos [D.7]. Sin embargo, las soluciones como el transporte de agua en camiones cisterna son muy caras y los tanques de vejiga no son resistentes a largo plazo. Por lo tanto, deben implementarse, lo antes posible, otros sistemas de transporte/distribución menos costosos, más sostenibles y cómodos. Por ejemplo, tuberías que utilicen la gravedad o el bombeo solar, tanques de mayor volumen fabricados con materiales más resistentes (véase [D.6]) y sistemas de distribución que lleven el agua hasta los hogares, o incluso dentro de ellos (véase [D.7], [D.8]).

    El agua potable debe almacenarse de forma segura en el hogar, y, allí, los usuarios pueden realizar tratamientos adicionales si es necesario. Históricamente, ciertas tecnologías domésticas para el tratamiento del agua han sido útiles en la respuesta inmediata antes de que se establezca un tratamiento centralizado o cuando este no es posible, por ejemplo, el uso de sobres coagulantes-floculantes [H.8]. En algunas situaciones de emergencia en las que la población ya está familiarizada con un determinado producto doméstico para el tratamiento del agua, estos pueden incluirse como parte de las primeras distribuciones de artículos no alimenticios en la fase de emergencia para ayudar a mejorar la calidad del agua, especialmente en poblaciones dispersas. En general, muchos de estos sistemas domésticos de tratamiento del agua son también buenas soluciones a largo plazo cuando el tratamiento centralizado del agua no es seguro y cuando se pueden realizar intervenciones piloto antes de ampliar el sistema, recurriendo potencialmente a los mercados locales para ello.

    Algunas organizaciones humanitarias de WASH también utilizan sistemas combinados que constan de varias tecnologías de los grupos funcionales presentados antes, que normalmente se envían por avión, se despliegan inmediatamente y permiten un suministro seguro de agua desde la fuente hasta el usuario en diversos contextos. Por lo general, estos sistemas solo se utilizan en la respuesta inmediata, antes de que puedan identificarse y establecerse soluciones a largo plazo adaptadas al contexto, o de que se puedan reacondicionar los sistemas existentes.

    Es importante señalar que no siempre es necesario que el agua pase por todos los grupos funcionales para llegar a un consumidor. En algunos sistemas, se excluye el tratamiento debido a la alta calidad del agua de origen. El agua también puede suministrarse por gravedad para evitar la necesidad de bombeo.

    Existen múltiples factores que influyen en la decisión inicial sobre qué tecnologías elegir en caso de emergencia. Lo cierto es que se requiere cierta experiencia para elegir las tecnologías más adecuadas para la fase de respuesta correspondiente, y no es posible ser demasiado estricto al respecto. Los siguientes pasos ofrecen algunas directrices para determinar las opciones de tecnología de suministro de agua adecuadas para contextos específicos:

    • Evaluación de la situación inicial (véase [X.1]-[X.4]), incluida la identificación y accesibilidad de las fuentes de agua disponibles con rendimientos suficientes, las prácticas, las preferencias y las necesidades de agua de los grupos de usuarios a los que se va a abastecer, las condiciones geográficas, la infraestructura y los servicios existentes en la zona y el entorno institucional y normativo.
    • Identificación de las tecnologías que pueden ser apropiadas para cada uno de los grupos funcionales según la descripción general de la tecnología y las descripciones más detalladas de las fichas de información tecnológica. En el grupo funcional Tratamiento [T], pueden emplearse múltiples tecnologías según la contaminación potencial de los recursos hídricos disponibles. Es posible que ya existan partes de un sistema de suministro de agua que puedan integrarse.
    • Combinar las tecnologías de forma lógica para construir varios sistemas adecuados de suministro de agua.
    • Comparar los sistemas y cambiar iterativamente las tecnologías individuales en función de factores como las prioridades de los usuarios o las comunidades, la presión del tiempo, la escala, los requisitos de operación y mantenimiento, las limitaciones económicas y la viabilidad técnica.
  • Las categorías comunes utilizadas para distinguir entre las diferentes etapas de respuesta son: (1) respuesta inmediata, (2) de estabilización y (3) de recuperación. La identificación de estas fases generales es útil a la hora de planificar la ayuda, aunque la división debe considerarse como teórica y simplificada, ya que se ha elaborado en función de catástrofes puntuales.
     
    Respuesta inmediata: Se refiere a las intervenciones de ayuda humanitaria que se llevan a cabo inmediatamente después de catástrofes naturales, conflictos, epidemias/pandemias, o una mayor degradación de una situación de crisis prolongada. Generalmente cubre las primeras horas y días hasta las primeras semanas o meses, en las que se aplican medidas a corto plazo para aliviar rápidamente la situación de emergencia hasta que se encuentren soluciones permanentes o duraderas. Se requiere una evaluación inicial (rápida) (véase X.1-X.4) para identificar las necesidades prioritarias y entender mejor los aspectos técnicos y de contexto, así como el panorama institucional y de los protagonistas. El propósito de las intervenciones durante la fase de respuesta inmediata es asegurar y garantizar la supervivencia de la población afectada, guiándose por los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. También se debe tener en cuenta que en determinadas emergencias la población afectada a menudo es mucho más vulnerable a las enfermedades debido a inadecuadas instalaciones de WASH o la falta de estas, así como a la incapacidad de mantener una buena higiene. Por lo tanto, los servicios esenciales relacionados con el suministro de agua que son necesarios en esta etapa incluyen la provisión de suficientes suministros de agua limpia para beber, para la higiene personal y para cocinar, principalmente a nivel comunitario, y que aseguran un entorno seguro al tiempo que evitan la contaminación de las fuentes de agua. Cuando sea posible, la intervención preferente es la rehabilitación o el refuerzo inmediatos de la infraestructura de suministro de agua existente (junto con rápidos suministros de agua en el corto plazo, si es necesario) y la provisión de herramientas y equipo para garantizar los servicios básicos de operación y mantenimiento. Para garantizar que toda la población afectada cuente con un acceso seguro y adecuado a los servicios de suministro de agua y que estos sean apropiados, las autoridades del agua pertinentes y los socorristas locales deben involucrarse desde el inicio y asegurarse de que haya una participación equitativa de hombres, mujeres, niños y grupos vulnerables y marginales en la planificación, la toma de decisiones y la gestión local (véase [X.15], [X.16]). La intervención en esta etapa durante una emergencia la provee en gran medida los recursos locales, ya que la movilización de instituciones de apoyo externas toma tiempo. Sin embargo, los recursos locales a menudo no están preparados para dichas eventualidades, lo que significa que los afectados, en gran medida, deben lidiar solos con la emergencia.
     
    Estabilización: La fase de estabilización o transición generalmente comienza después de unas semanas o meses de la emergencia y puede durar alrededor de medio año o más. El objetivo principal, además de aumentar la cobertura del servicio, es la creciente actualización y mejora de las estructuras temporales de emergencia que se hayan instalado durante la fase aguda o el reemplazo de tecnologías temporales por soluciones más sólidas de largo plazo. Esta fase incluye el establecimiento de estructuras con respaldo de la comunidad centradas en todo el sistema WASH, la implicación gradual de las estructuras de suministro de agua, en los casos aplicables, así como la consideración de la seguridad del agua y las medidas de manejo de riesgos (véase [X.7], [X.8]). En esta fase, las fuentes de agua y energía deben reconsiderarse en función de los factores medioambientales y la sostenibilidad a largo plazo, particularmente si se emplea agua subterránea como la mayor fuente de agua o si el suministro de agua depende del transporte de agua en camiones cisterna. Las soluciones de hardware para el suministro de agua deben basarse en tecnologías y diseños apropiados, idealmente mediante el uso de materiales disponibles a nivel local. Se requiere una evaluación detallada para responder adecuadamente a un contexto local determinado y aumentar la aceptación a largo plazo de las intervenciones planeadas (véase [X.1]-[X.2]-[X.3]-X.4). Se debe poner especial énfasis en los aspectos como el sabor, el olor y el color del agua suministrada, ya que afectarán la aceptación; así como los problemas relacionados con la higiene que implican ciertos niveles de cambio en el comportamiento (véase [X.16]). También se debe examinar el uso de enfoques basados en el mercado (véase [X.17]). Como en la fase de emergencia, la participación equitativa de hombres, mujeres, niños y grupos vulnerables y marginales en la planificación, la toma de decisiones y la gestión local es fundamental para garantizar que toda la población afectada cuente con un acceso seguro y adecuado a los servicios de suministro de agua y que estos sean apropiados. Durante la fase de estabilización, deben considerarse de forma preventiva las medidas de resiliencia pertinentes y de reducción de riesgos de desastre, en particular si existe la probabilidad de que ocurra otro desastre (véase [X.10]).
     
    Recuperación: La fase de recuperación, en ocasiones denominada fase de rehabilitación, tiene el objetivo de recrear o mejorar en la situación previa a la emergencia de la población afectada mediante la incorporación gradual de principios de desarrollo. Esta fase generalmente se inicia después o durante las intervenciones de ayuda (generalmente más de 6 meses) y puede observarse como una continuación de los esfuerzos de ayuda ya realizados. En general, puede preparar el terreno para intervenciones de desarrollo subsecuentes y el traspaso gradual a socios de mediano y largo plazo. En función de las necesidades locales, el período general de las intervenciones de rehabilitación y recuperación tarda, generalmente, entre seis meses y tres años, aunque en situaciones difíciles podrían ser necesarios hasta cinco años o más, como en el caso de las áreas afectadas por conflictos. Las intervenciones de rehabilitación y recuperación se caracterizan por la participación activa de los socios locales y las autoridades en la planificación y toma de decisiones para generar capacidades locales y contribuir a la sostenibilidad de las intervenciones. El alcance de usar enfoques basados en el mercado (véase [X.17]) o de introducir sistemas tarifarios para el uso del agua a largo plazo debe examinarse más en esta etapa. Las intervenciones para la recuperación del suministro de agua pueden adquirir diversas formas en función de las condiciones locales, así como de las necesidades reales de la población afectada. Más allá de la implementación técnica de un sistema de suministro de agua, estas intervenciones incluyen esfuerzos significativos para fortalecer los sistemas y las estructuras de los servicios de WASH, así como promover mercados para los servicios de agua. En situaciones de campamentos de larga duración que puedan convertirse en asentamientos permanentes, las intervenciones pueden incluir la actualización de la infraestructura de emergencia de suministro de agua que ya existe. Las intervenciones de recuperación también incluyen el desarrollo de capacidades de largo plazo y capacitación, incluido el trabajo con las autoridades locales pertinentes y los socios de desarrollo. También resultan primordiales la colaboración más fuerte con los gobiernos locales, los servicios públicos, la sociedad civil, el sector privado y el traspaso de responsabilidades. Esto requiere la creciente participación de los interesados involucrados en la planeación y la toma de decisiones en etapas tempranas. Cuando sea posible, las intervenciones de recuperación deben tomar en cuenta que las inversiones hechas pueden proporcionar los cimientos para una expansión posterior de las instalaciones y servicios de WASH. Además, las intervenciones de recuperación pueden incluir las medidas de resiliencia pertinentes y de reducción del riesgo de desastres (véase [X.10]). Las intervenciones de recuperación deben incluir una transición o estrategia de salida clara (véase [X.11]), incluido el traspaso a los gobiernos locales, las comunidades o los proveedores de servicio para garantizar que se puedan mantener los niveles de servicio creados.

  • Las emergencias pueden surgir en distintos escenarios y pueden ser graves y temporales o crónicas y prolongadas. Los escenarios que derivan en emergencias pueden clasificarse a grandes rasgos de la siguiente manera:

    Emergencias provocadas por amenazas naturales o tecnológicas: Los terremotos, las erupciones volcánicas, los deslizamientos de tierras, las inundaciones, las tormentas, las sequías, las temperaturas extremas y las epidemias o pandemias de enfermedades (por ejemplo, cólera, ébola o Covid-19) son peligros naturales que pueden causar catástrofes humanitarias que se cobran muchas vidas y provocan pérdidas económicas y daños medioambientales y de infraestructuras. Sin embargo, las catástrofes humanitarias solo se producen cuando ocurre un peligro en un lugar en el que la población es vulnerable a ese peligro en concreto. El aumento de la población mundial, la continua urbanización global y los cambios en el uso del suelo pueden incrementar aún más la vulnerabilidad a los peligros naturales y tecnológicos, como fallas en las represas y los accidentes químicos o nucleares. Estas emergencias suelen provocar un deterioro de las condiciones sanitarias del entorno, especialmente en lo que respecta al acceso a los servicios básicos de WASH. Infraestructuras como escuelas, carreteras, hospitales e instalaciones de agua y saneamiento suelen verse directamente afectadas. Esto reduce el acceso al agua potable, el saneamiento y las prácticas de higiene pertinentes, como el lavado de manos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento.

    Conflictos: Se trata de situaciones de emergencia provocadas por la sociedad, como conflictos políticos, enfrentamientos armados y guerras civiles. Muchas personas desplazadas (desplazados internos o refugiados) tienen que alojarse en campamentos, refugios temporales o comunidades de acogida, donde el acceso a agua potable, saneamiento y artículos de higiene debe garantizarse con muy poca anticipación y, a menudo, debe mantenerse durante largos períodos. Las comunidades de acogida suelen acoger a la mayoría de las personas desplazadas. Esto puede saturar la infraestructura existente de suministro de agua (y saneamiento), lo que dificulta la identificación y el cálculo de las necesidades reales y puede requerir mejoras de la infraestructura existente. Debido a la dinámica de los conflictos y a que los desplazamientos de población pueden producirse (y cambiar dinámicamente) a lo largo de un periodo más prolongado, a menudo resulta difícil planificar durante cuánto tiempo deben permanecer los refugios con sus correspondientes infraestructuras de suministro de agua. Este tiempo operativo necesario puede variar desde unas pocas semanas o meses hasta varios años o incluso décadas. La mayoría de los campos de refugiados se prolongan cada vez más (10 años o más) y a menudo se convierten en asentamientos urbanos permanentes. En consecuencia, todas las tecnologías aplicadas en estos entornos deben considerarse desde el punto de vista de la sostenibilidad a largo plazo. Una fuente adecuada de suministro de agua suele ser el principal criterio para instalar un campamento o asentar a una población desplazada. Sin embargo, los campos de refugiados se construyen a menudo en entornos con escasez de agua, por lo que es importante tomar la decisión de acercar a la gente al agua o llevarles agua en una fase temprana de la respuesta. En muchas situaciones, las soluciones de asentamiento se consideran una intervención a corto plazo, ya que políticamente no es conveniente considerar opciones de asentamiento más permanentes. Es posible que las autoridades locales se opongan a actividades que puedan causar que las infraestructuras de agua o saneamiento de un asentamiento temporal se conviertan en permanentes o estén mejor desarrolladas, por temor a tener que responsabilizarse a largo plazo de la población desplazada. Esto se complica aún más si las condiciones del campamento pueden llegar a ser mejores que las de los asentamientos locales, lo que puede crear tensiones entre la población local y los refugiados. Estos casos deben verse como oportunidades para mejorar los servicios de suministro de agua tanto para las comunidades de acogida como para las de refugiados.

    Estados frágiles y crisis prolongadas: Los estados frágiles y los países en crisis prolongada son cada vez más frecuentes. Los estados pueden considerarse frágiles cuando no pueden cumplir sus funciones básicas o no están dispuestos a hacerlo. Para la población afectada, la seguridad puede peligrar si no se brindan servicios sociales básicos o si su funcionamiento es deficiente. Las estructuras gubernamentales débiles o la falta de responsabilidad gubernamental a la hora de garantizar los servicios básicos pueden aumentar la pobreza, la desigualdad y la desconfianza social, y convertirse en una potencial emergencia humanitaria. Las situaciones de crisis prolongada se caracterizan por desastres o conflictos recurrentes, crisis alimentarias prolongadas, deterioro del estado de salud de la población, colapso de los medios de subsistencia e insuficiente capacidad institucional para reaccionar ante las crisis. En estos entornos, una proporción significativa de la población es muy vulnerable a la muerte prematura o a la enfermedad. A menudo se descuida la prestación de servicios básicos de suministro de agua, y el apoyo externo a través de los canales gubernamentales convencionales puede dar lugar a experiencias muy insatisfactorias. En estas condiciones, puede resultar necesario explorar medios complementarios y alternativos de prestación de servicios, basándose principalmente en agentes no estatales y subestatales a un nivel relativamente descentralizado. Deben seleccionarse tecnologías de suministro de agua a prueba de robos (en la medida de lo posible) y con el menor número posible de insumos externos (por ejemplo, combustible o productos químicos).

    Países de (alto) riesgo afectados continuamente por desastres y el cambio climático: El cambio climático y la mayor probabilidad de que se produzcan peligros naturales asociados constituyen un enorme desafío para muchos países. El riesgo de que los fenómenos naturales se conviertan en catástrofe está determinado en gran medida por la vulnerabilidad de la sociedad, la susceptibilidad de sus sistemas ecológicos o socioeconómicos y el impacto del cambio climático, tanto en fenómenos extremos ocasionales (por ejemplo, lluvias torrenciales que provocan inundaciones o deslizamientos de tierras) como en cambios climáticos graduales (por ejemplo, el cambio temporal de las estaciones lluviosas). El cambio climático también agrava las situaciones problemáticas en países que ya sufren catástrofes. Además de la respuesta de emergencia inmediata que pueda requerirse, también es necesario que los agentes del desarrollo presten mayor atención a la adopción de medidas preventivas y de reducción del riesgo de desastres (véase [X.10]) adecuadas. Las infraestructuras de suministro de agua existentes pueden necesitar adaptaciones o puede ser necesario implementar sistemas de suministro de agua más adecuados y resistentes para aumentar la resiliencia y ayudar a las comunidades a hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos recurrentes de origen climático (por ejemplo, puntos de agua elevados para las zonas propensas a las inundaciones o tanques de almacenamiento más grandes para soportar temporadas secas más largas). También se pueden incluir medidas de preparación, como el desarrollo de capacidades, el almacenamiento de equipos y la elaboración de listas de personal. Además, puede ser necesario preparar los sistemas de suministro de agua para atender a los refugiados del cambio climático.

    Muchas veces, los desastres pueden ser una mezcla de varias categorías (por ejemplo, estados frágiles o afectados por conflictos golpeados por un desastre natural), lo que dificulta la focalización de la respuesta (por ejemplo, dirigirse solo a los afectados por el desastre natural frente a los afectados por condiciones más crónicas). Además, los escenarios de desastres y crisis pueden diferenciarse también en catástrofes repentinas (por ejemplo, terremotos o conflictos) y catástrofes lentas (por ejemplo, sequías que pueden conducir a una crisis alimentaria prolongada o contextos vulnerables que conducen al deterioro de los servicios a lo largo del tiempo). Según el tipo de crisis, la población y las infraestructuras también pueden verse afectadas de forma muy diferente. Mientras que algunas catástrofes pueden provocar desplazamientos masivos de población con repercusiones en la adopción de medidas estrictas de salud pública, otras pueden afectar únicamente a las infraestructuras, lo que cambiaría la atención de la respuesta hacia reparaciones y mejoras respectivas.

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