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X.10 Resiliencia, preparación y reducción del riesgo de desastres

Tomar medidas preventivas con anticipación puede ayudar a reducir la gravedad de un desastre y facilitar la gestión de desastres. Muchas situaciones de emergencia siguen patrones predecibles, y la mayoría de las regiones propensas a los desastres son bien conocidas. Al mismo tiempo, las situaciones de emergencias y crisis son cada vez más complejas, y las intervenciones de asistencia reactivas demuestran ser insuficientes. Por lo tanto, la prevención y la mitigación de desastres tienen un rol importante, y tanto los actores de desarrollo como los de asistencia deben tenerlas en cuenta al abordar las vulnerabilidades subyacentes y al crear las capacidades para contribuir de mejor manera en crisis futuras. Las medidas preventivas que funcionan como una parte integral de la planificación del suministro de agua y de las estrategias de desarrollo locales, regionales y nacionales incluyen fortalecer la resiliencia, mejorar la preparación en caso de emergencias extremas y reducir el riesgo de desastres.

Resiliencia

En su esencia, la resiliencia puede describirse como la capacidad para gestionar los cambios de los países, las comunidades, los individuos y las organizaciones que están expuestos a desastres, crisis y vulnerabilidades subyacentes. Esto se puede lograr al anticipar, reducir el impacto, superar y recuperarse de los efectos de las adversidades sin comprometer las perspectivas a largo plazo. El objetivo de fortalecer la resiliencia es desarrollar las medidas locales adecuadas que puedan incorporarse en las estructuras y los procesos existentes, y aumentar la capacidad y la posibilidad de las partes interesadas involucradas y su potencial para organizarse de manera independiente. Este proceso requiere inversiones y compromiso a largo plazo, además de análisis detallados acerca de emergencias anteriores, las causas subyacentes de la vulnerabilidad y los activos políticos, naturales, físicos, económicos, sociales, psicológicos y humanos que existen en los distintos niveles sociales. Algunos componentes importantes para mejorar la resiliencia incluyen la capacidad de desarrollo, capacitaciones, educación, toma de conciencia, sensibilización y defensa, al igual que las mejoras en los servicios y las tecnologías en la resistencia y la durabilidad del suministro de agua implementado. Las medidas importantes sobre la resiliencia relacionadas con el suministro de agua incluyen las siguientes:

  • Implementar infraestructuras resistentes y durables para el suministro de agua que se adapten a las condiciones locales extremas y a las posibles situaciones de emergencia.
  • Considerar medidas de adaptación al cambio climático para garantizar un suministro de agua sustentable.
  • Considerar los efectos del suministro de agua en el ciclo de agua natural y la sostenibilidad de
    la fuente de agua, incluidos los efectos del cambio climático.
  • Considerar el desarrollo de las poblaciones y los asentamientos futuros, y su impacto en las fuentes de agua.
  • Mejorar el desarrollo de las capacidades para construir, reparar, operar y mantener la infraestructura del suministro de agua.
  • Promover la higiene y las medidas para la toma de conciencia.
  • Establecer estructuras comunitarias (por ejemplo, comités de WASH y establecimientos dedicados a la salud).
  • Desarrollar y mejorar los tratamientos de contingencias y los protocolos de innovación.

La robustez es la capacidad que posee la tecnología para proporcionar un resultado satisfactorio en un entorno variable. En especial, es importante que durante las emergencias las tecnologías del suministro de agua resistan las fallas y funcionen a pesar de las interrupciones (como los cortes de energía, la falta de agua o las inundaciones). Por lo tanto, la robustez debe considerarse en la parte inicial de la planificación. Debido a las posibles incertidumbres, se recomienda tener en cuenta los sistemas de suministro de agua que funcionan en varias situaciones (por ejemplo, los puntos de abastecimiento de agua elevados en áreas propensas a inundaciones). No existe una solución milagrosa para planificar una opción del suministro de agua que sea robusta, cada tecnología tiene sus fortalezas y debilidades específicas según el contexto local y las habilidades y capacidades disponibles.

La durabilidad es la capacidad que posee la tecnología para durar un largo periodo sin un deterioro significativo. Mientras más dure la tecnología, menos recursos se necesitarán para reemplazarla. Si tiene mayor resistencia al desgaste por el uso, se necesitarán menos recursos para la operación y el mantenimiento (O&M), y existe un menor riesgo de que falle. La tecnología debe seleccionarse después de conocer las capacidades locales para la operación y el mantenimiento, las reparaciones y la disponibilidad de las piezas de repuesto. En algunos casos, es posible que deba seleccionarse un nivel inferior de servicios para evitar equipos esenciales que no puedan repararse cuando sea necesario (por ejemplo, bombas, amoladoras, etc.). Con el fin de aumentar la durabilidad de la mayoría de las tecnologías para el tratamiento, debe tenerse en cuenta un tratamiento previo apropiado.

Las medidas de adaptación al cambio climático son cada vez más importantes para garantizar un suministro de agua sustentable. A pesar de que algunas de las tendencias climáticas son inciertas a nivel regional, existe el conocimiento suficiente para fundamentar la política y la planificación del suministro de agua en la mayoría de las regiones. Para desarrollar la resiliencia contra el cambio climático, el énfasis debería centrarse en la disponibilidad de los recursos hídricos y la demanda. Esto incluye las medidas para proteger la fuente de agua, mejorar la carga o el almacenamiento natural y supervisar la fuente de agua, mientras se reducen el consumo y las pérdidas de agua se vuelven más importantes.

Preparación

La preparación incluye todas las medidas de precaución que se adoptan en vista de las situaciones de crisis o los desastres anticipados a fin de fortalecer la capacidad de la población y las organizaciones afectadas para responder de inmediato. La preparación es el resultado de las capacidades, las relaciones y el conocimiento que desarrollaron los gobiernos, los organismos humanitarios, las organizaciones de la sociedad civil, las comunidades y las personas para anticipar y responder de manera eficiente ante el impacto de los posibles peligros inminentes. Las personas en riesgo y las instituciones y organizaciones responsables deben ser capaces de realizar todas las preparaciones logísticas y organizativas antes del posible evento y saber qué hacer en caso de emergencia. Además de los sistemas de alerta temprana y los planes de evacuación, las medidas importantes para la preparación del suministro de agua incluyen las siguientes:

  • La planificación para contingencias y el desarrollo de los planes de preparación para emergencias (EPP, por sus siglas en inglés) contra las posibles situaciones de emergencias.
  • El almacenamiento de bienes y equipos de WASH.
  • La preparación de los servicios de emergencia y acuerdos de reserva con una clara asignación de responsabilidades y jurisdicciones.
  • El establecimiento de redes de apoyo entre las distintas regiones.
  • El desarrollo de capacidades y capacitación para voluntarios y el personal de emergencia.
  • El fortalecimiento de las estructuras locales a través de capacitaciones y planificaciones comunitarias.

Reducción y prevención del riesgo de desastres

La reducción del riesgo de desastres (DRR, por sus siglas en inglés) es un término general para todas las medidas preventivas, que incluye las que se describieron en la sección de resiliencia y preparación. Tiene como objetivo reducir los riesgos de desastres a través de esfuerzos sistemáticos que analizan y reducen los factores que causan desastres. Algunos ejemplos de DRR incluyen reducir la exposición a peligros, minimizar la vulnerabilidad de las personas y las propiedades, gestionar de manera adecuada las tierras y el medioambiente, y mejorar la preparación y los sistemas de alerta temprana. Un análisis de riesgo adecuado establece la base para las medidas de DRR adecuadas al analizar la posible exposición de las comunidades a estos riesgos, la vulnerabilidad social y de infraestructura, y la capacidad de la comunidad para enfrentar los riesgos.

La comunidad internacional reconoce cada vez más la importancia del enfoque de la DRR. Históricamente, los actores del desarrollo no han realizado inversiones significativas en la DRR ni en la prevención. Sin embargo, en años recientes, la DRR y la prevención de conflictos se convirtieron en cuestiones transversales que se abordan a través de instrumentos de desarrollo, recuperación y asistencia. Los servicios con un suministro de agua insuficiente o fuera de servicio pueden generar desastres, y los peligros, a su vez, pueden deteriorar los servicios de agua, lo que causaría un mayor riesgo de desastre. Por lo tanto, es inevitable considerar los posibles riesgos de desastres al establecer o desarrollar los servicios para el suministro de agua, ya sea en la etapa de asistencia, recuperación o desarrollo. Las medidas importantes sobre la DRR relacionadas con el suministro de agua incluyen las siguientes:

  • Reducir el posible impacto de las situaciones peligrosas en los servicios y equipos de suministro de agua (resiliencia y mitigación).
  • Garantizar un nivel de servicio y una recuperación estructural rápidos de los servicios y equipos del suministro de agua después de las situaciones peligrosas (preparación).
  • Asegurarse de que el diseño del sistema del suministro de agua aborde las vulnerabilidades previas (reconstruir mejor y resiliencia).
  • Garantizar que los servicios de suministro de agua tengan la menor cantidad de efectos negativos en la sociedad y en el ciclo natural del agua y el medioambiente (no producir daños).
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