arrow_backEmergency WASH

X.1 Evaluación

En caso de una emergencia, antes de cualquier intervención, se debe establecer un análisis claro y priorizar las necesidades humanitarias mediante una evaluación planificada y bien coordinada. Las evaluaciones son el paso principal en el Ciclo del Programa Humanitario (HPC, por sus siglas en inglés), esto permite que se midan los indicadores como los que se mencionan en el banco de indicadores de Global WASH Cluster (GWC), en los que después se abordan los puntos débiles de manera específica para optimizar el impacto de manera coordinada. La evaluación debe responder las siguientes cinco preguntas en caso de emergencias de respuesta inmediata o en las crisis prolongadas: :

  1. ¿Cuáles son las prioridades?
  2. ¿Cuáles son los grupos más necesitados?
  3. ¿Cuál es el lugar en el que se deben focalizar las intervenciones en primer lugar?
  4. ¿Cuál es el tiempo estimado en que se necesitarán las intervenciones?
  5. ¿En comparación con qué estándares e indicadores se debería medir el progreso?

La evaluación puede ser una evaluación interinstitucional y exhaustiva que abarque un sector amplio o una evaluación de un sector específico de WASH, de acuerdo con la escala de la emergencia y el contexto, el grado de coordinación entre los socios, la disponibilidad de los recursos y la capacidad en general. Las evaluaciones de un sector específico de WASH siempre deben incluir la recolección de datos de todos los sectores y un análisis del contexto a través de revisiones de datos secundarios. Un primer paso muy importante es el contacto primario, que será de gran importancia para comprender el entorno facilitador, incluidas las distintas partes interesadas del gobierno, los representantes de la comunidad, las comunidades afectadas, los informantes claves y los actores humanitarios y del desarrollo que están presentes. Si el estado lidera alguna intervención, será fundamental comprender el panorama institucional y la condición existente, además de los planes de preparación contra desastres. Es posible que el gobierno nacional les solicite a los actores humanitarios que actúen en caso de emergencia, en especial, en el caso de emergencias de medio a largo plazo, en las que se aplica la puesta en servicio de los grupos.

Los enfoques de una evaluación rápida, como la Evaluación Multisectorial Inicial Rápida (MIRA, por sus siglas en inglés) o aquellas que emplean las organizaciones como ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), son importantes durante el inicio rápido de un evento, como un desastre natural o un evento inesperado adicional durante una crisis prolongada actual o el movimiento masivo de personas. En el caso de desastres con inicios graduales, más complejos y a largo plazo o crisis prolongadas, también podrían utilizarse evaluaciones más complejas, como las Evaluaciones de las Necesidades Multisectoriales, que forman parte del Panorama de Necesidades Humanitarias (HNO, por sus siglas en inglés). El HNO que se ejecuta una vez al año como el primer paso en el proceso de llamamiento de financiación de las Naciones Unidas, lo que resulta en el Plan de Respuesta Humanitaria (HRP, por sus siglas en inglés) como parte del sistema general de llamamiento de la ONU. En el caso de los sistemas de suministro de agua existentes o los que se establecieron hace poco tiempo para un uso de medio a corto plazo, se recomienda un enfoque que se base en los riesgos de manera más sistemática, como el Plan de Seguridad del Agua (WSP, por sus siglas en inglés) (véase X.8).

Para realizar las evaluaciones, se deben tener en cuenta los siguientes factores :

  1. Las autoridades pertinentes y las partes interesadas de la comunidad toman el liderazgo y la responsabilidad de acuerdo con la disponibilidad de sus recursos y de su capacidad de respuesta.
  2. Para la coordinación y el diseño de las evaluaciones se tiene en cuenta el contexto específico (rural, periurbano o urbano) según el tipo de emergencia y de acuerdo con las normas y las capacidades existentes.
  3. La evaluación es inclusiva y abarca las necesidades y las capacidades de niños, niñas, mujeres y hombres, sin importar su edad, nacionalidad, raza, discapacidad, creencia, afiliación política u orientación sexual, etc.
  4. Se abordan los riesgos y las amenazas a la protección.
  5. Se abordan los asuntos de seguridad y protección, que incluye el acceso.
  6. Se garantiza que las intervenciones se diseñen según sus necesidades mediante la participación de la comunidad.
  7. Responsabilidad hacia las comunidades afectadas.
  8. Disponibilidad de bienes y servicios, análisis del mercado, dinero en efectivo y logística.
  9. La evaluación incluye el análisis del impacto ambiental según los conceptos de reconstruir mejor (de manera más resiliente) y de no producir daños cuando sea posible.
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