La Clasificación es una herramienta participativa para determinar las prioridades WASH, identificar áreas problemáticas o evaluar las expectativas, creencias, juicios, preferencias y opiniones. Su uso más habitual es como herramienta para la Evaluación (capítulo [A]) y, en cierta medida, como una herramienta para Monitorear [M.2].

En un ejercicio de Clasificación, los participantes expresan sus opiniones sobre cuestiones de salud e higiene específicas y les dan prioridad (habitualmente, en una escala numérica como de 1 a 10). La clasificación es una forma rápida de evaluar las prácticas de higiene de la comunidad, dar prioridad a las intervenciones y hacer que las personas discutan sobre cuestiones de higiene. Puede ayudar a identificar prácticas o percepciones comunes de las medidas de higiene individuales. Destaca con rapidez hallazgos clave mientras brinda la oportunidad de un análisis más profundo. La clasificación con una comunidad puede fortalecer la participación y aceptación comunitaria de las medidas de higiene; permite que muchas personas participen. Los participantes consideran múltiples criterios de forma simultánea, impulsando intercambios y compromisos para llegar a una decisión. En primer lugar, el facilitador define el alcance del asunto en cuestión y determina la escala o secuencia de la Clasificación mediante, por ejemplo, una línea trazada en el suelo o en papel. Luego, se alienta a los participantes a clasificar las opciones a lo largo de la secuencia en un orden que refleje su importancia relativa. A continuación, el facilitador fomenta el debate preguntando si todos están de acuerdo con el posicionamiento y por qué o por qué no. En un grupo, el objetivo es seguir ajustando la Clasificación hasta que se acuerde un orden final. La Clasificación simple le asigna una categoría a una lista de elementos, p. ej., de enfermedades en función de su gravedad. La clasificación por pares usa una matriz para comparar elementos, p. ej., cada enfermedad, a su vez con todas las demás para identificar la más importante. Los resultados pueden ser distintos a la Clasificación simple y provocar un debate más profundo sobre por qué una enfermedad es más importante que otra.

Aplicabilidad

Los ejercicios de Clasificación pueden aplicarse en todas las fases de respuesta y en una variedad de contextos con diferentes grupos objetivo. La Clasificación es una herramienta simple y fácil que hace uso de los materiales disponibles a nivel local como las piedras o ramas. La Clasificación es un método rápido para recolección datos y comprender asuntos desde el punto de vista del participante. Puede estimular el debate, alcanzar un consenso sobre las prioridades de los ciudadanos, o comparar las prioridades de los distintos grupos de usuarios entre sí.

Visite

• Contar con un buen facilitador para estimular el debate y obtener información precisa

• Garantizar que todos en el grupo de interés estén involucrados e integrados en el proceso de Clasificación

• Asegurarse de que los hallazgos sean grabados, compartidos, debatidos y utilizados

No lo hagas.

• No se deben generalizar los datos producidos y aplicarlos a una población más amplia

Ejemplo práctico

Los ejercicios de Clasificación se utilizaron como parte de una auditoría de género, violencia de género e inclusión en los campos de refugiados de rohingyas en Bangladesh. Los participantes levantaron una tarjeta que representaba a un grupo específico (p.ej., un adolescente, un hombre con una discapacidad, una mujer de más de 65 años). Luego, el grupo clasificó la dificultad que las personas podrían enfrentar para gestionar sus necesidades WASH, desplazando a las personas de su posición relativa y explicando por qué lo habían hecho. Al final del ejercicio, se colocó a los/as adolescentes en los extremos opuestos de la escala, siendo las jóvenes las que tienen más dificultades al gestionar sus necesidades. Esto provocó un debate significativo y recomendaciones sobre la forma de asistirlas mejor.